Hace unos meses escribí cuales eran las lineas de trabajo del Gobierno para solucionar la triple crisis que vivimos (económica, social y fiscal) y sus reformas. Pues bien, tras 6 meses en el poder, es decepcionante ver que la velocidad con las que se están adoptando las medidas deja mucho que desear. Las políticas de Rajoy pueden ser un fracaso por este problema y si bien el sistema de elaboración y aprobación de leyes español está obsoleto también es cierto que el que tiene el poder puede cambiarlo.
En primer lugar vemos como se demoran unos presupuestos hasta junio y que van a tener solo 6 meses de vida. La culpa aquí es compartida ya que si bien podían haber agilizado su tramitación, es un problema heredado ya que éste es el último regalo del Señor Zapatero que se propuso adelantar unas elecciones a la peor fecha posible disolviendo las cortes antes de la presentación presupuestaria y su posterior debate y de este modo durante casi 6 meses no hubo gobierno que presentara unos presupuestos.
En segundo lugar nos encontramos con unas reformas que pueden llegar tarde. Es cierto que Roma no se construyó en un día pero de las tres grandes reformas que necesitaba España (Financiera, administración y laboral) se ha empezado por la que perjudica a los más débiles y dejado para más tarde, por un lado la financiera, siendo aprobadas hasta el momento 2 reformas, hecho que me da a entender que el problema financiero español es más profundo de lo que a priori parecía y por otro lado y dejado para el final, la reforma de la administración y a mi me da que se va a quedar en un simple maquillaje en vez de la profundísima reforma que cabría esperar.
Es cierto que las prisas no son buenas consejeras pero en un mundo tan cambiante, con unas sociedad que tiene once millones y medio de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, un tejido empresarial notablemente deteriorado y sin confianza y una clase política que no se renueva (solo hay que ver quienes ostenta el poder en los dos grandes partidos), se le pide a los políticos algo más de rapidez y la falta de ésta puede provocar un estallido social sin precedentes (espero que esto no lo considere Interior como un llamamiento a la revuelta).
Los políticos no se percatan de que a los ciudadanos no les interesa si la deuda de los bancos se compra con bonos convertibles contingentes,
No hay comentarios:
Publicar un comentario