sábado, 29 de diciembre de 2012

¿Abismo fiscal o abismo mundial?

Estos días se está hablando en el mundo de algo que en España apenas se habla y que es muy importante para los intereses económicos españoles en el próximo año. El  abismo fiscal ya está aquí y llega con ganas de dar guerra.

Europa no está preparada para un escenario con Estados Unidos en recesión y  aún menos lo está una Alemania que va a vivir este año unas elecciones, viendo una reducción drástica de su PIB y una caída considerable del consumo. Por supuesto, al que peor le puede venir una noticia así en estos momentos es a una España que aún está en la UVI, con ligeras mejorías pero que un apagón económico como este provocaría el coma irreversible de nuestra economía y podría arrastrar al proyecto europeo con ella.

Pero, ¿como hemos llegado hasta aquí?. Hay dos evidencias que se han unido para provocar este explosivo tan destructivo. Por un lado tenemos un modelo económico claramente en revisión, un modelo que ha dejado de lado a la persona y lo ve como un objeto consumista y un contribuyente y no como un ser con capacidad de pensar, crear y sentir. La economía financiera y la economía real van por lados distintos y este camino va a provocar una ruptura social, política y económica sin saber cuales van a ser las consecuencias.

La segunda evidencia es un "sistema" político débil. Vivimos en una época donde la política de altura ha pasado a mejores tiempos, los grandes políticos han sido desterrados del panorama político. No hay soluciones para los problemas reales y desde que comenzara la crisis en 2007 hemos visto caer a muchos líderes políticos, desde el propio Bush (aunque no podía volver a presentarse sus índices de popularidad eran de los más bajos de la historia) pasando por Berlusconi, Sarkozy (quizás el caso más paradójico) o Zapatero (arrastrando con él a Rubalcaba y a todo el PSOE). 

Y esto ¿a qué se debe?. Los mal llamados líderes se deben a las siglas de los partidos o los intereses de las grandes empresas. Rajoy, por ejemplo, se reune con las grandes empresas para debatir políticas de empleo cuando el 80 % del empleo lo generan las pymes. Goldman Sach impone sus condiciones económicas y lo hace metiendo a sus empleados en política. Angela Merkel es incapaz de llegar a acuerdos beneficiosos en Europa porque hay unas elecciones en su país en septiembre y no quiere que le pase lo de su súbdito Sarkozy.

En definitiva, en un posible escenario de Estados Unidos en recesión, podríamos llegar a ver a una Europa moribunda a una China tocada y una economía mundial en una recesión que no creo que esté preparada. Si esto ocurre, las consecuencias políticas y sociales son incalculables y seguramente muy desagradables para todos.