lunes, 22 de abril de 2013

Reformas desde la oposición.

La reforma del Senado es una necesidad desde el mismo momento de su creación. Tenemos un sistema bicameral pero en realidad es la cámara baja la que controla toda la actividad política relegando al Senado a un segundo plano y una sala de enchufados de los partidos por lo que su reforma o desaparición no es ya discutible sino que hay que hacerlo sí o sí.
Yo defiendo una reforma pero no estética sino completa, o sea, un Senado con un representante por Provincia o Comunidad Autónoma, elegido por partes y cada 5 años y en ningún caso que coincida con elecciones al Parlamento y que sus funciones sean mayores y entre otras poder vetar leyes de la cámara alta.

¿Qué se lograría con esto? por un lado una Democracia mayor ya que se podría elegir directamente al candidato y no una lista cerrada (como se elige en el Parlamento) y por otro una representación territorial real y poner cara a nuestro representante en Madrid.

Por eso la reforma propuesta por el PSOE me parece mucho peor de lo que tenemos y convierte esta cámara en una sala al servicio de los partidos, donde se anula por completo la capacidad de elección del ciudadano, se nos arrebata el derecho a decidir nuestros representantes y volvemos a asistir a otro golpe de Estado que pretenden los grandes partidos en beneficio de la partitocracia.

Por último, me parece de muy mal gusto que un partido que ha gobernado durante 22 años en España, siempre proponga reformas del Senado cuando está en la oposición y nunca las lleve a cabo cuando ostenta el poder.

lunes, 8 de abril de 2013

Fin del bipartidismo, ¿fin del PSOE?

Como ya escribiera hace un año, en España se está produciendo un cambio de tendencia en el electorado que se está planteando muy seriamente romper con el bipartidismo actual y las últimas encuestas así lo confirman.

Como ya dijera el año pasado, lo que me sorprende es la nula capacidad de reacción de un PSOE que está sufriendo un enorme castigo y es incapaz de resolver los problemas de su formación. Es más, parece que siguen esperando a que el Gobierno se equivoque para ganar votos sin darse cuenta que el electorado ya no le cree.

El Partido Popular es un partido muy tocado por la corrupción y parece que su política fiscal va a la deriva gracias a una lamentable política restrictiva llevada a cabo por un ministro que no me merece mucha simpatía pero aún así es el partido que ostenta el poder y que tiene capacidad de cambiar el rumbo de la situación. 

No obstante, el PSOE se encuentra en una situación extremadamente delicada, sólo ha ganado en una comunidad Autónoma (Asturias) y gobierna en 2 ( Asturias y Andalucía). Sigue perdiendo votos y pese a ello siguen cometiendo el error de pensar que es una cuestión de imagen o lider sin percatarse que el votante ya ha detectado de que el problema socialista es una cuestión de ideología más que de caras.

Aún queda mucho para las Generales y aunque todo puede pasar, parece que el PSOE puede convertirse en un partido residual, habrá que esperar si las plataformas ciudadanas se presentan a las elecciones y que efecto tendrán éstas sobre IU pero lo que está claro es que el PSOE no parece que vaya a remontar mucho, ni tan siquiera entre su electorado.