Demasiadas palabras, pocos hechos.

Esta semana comenzaba con una buena noticia y así se reflejaba en la prima de riesgo y en bolsa. Hasta las 11 de la mañana se cumplía, incluso mejor de lo esperado, el guión tras el rescate a la banca con unas condiciones blandas. Todo bien hasta media mañana, comenzaron a correr las dudas sobre el rescate, en concreto sobre la forma del mismo. La gran preocupación de los inversores era saber la consideración de la deuda ya que, si ésta se consideraba seniority, desplazaría el pago de la deuda contraída con anterioridad por tener, ésta última, preferencia sobre el resto. Europa no hizo nada por aplacar las dudas, es más, sembró más aún. El Gobierno por su parte, echó más leña al fuego, da la sensación de ser un Gobierno débil, no admite que lo sucedido sea un rescate y su manía de negar la mayor lleva al ridículo a un ejecutivo que día tras día pierde legitimidad. Y por último, la manía que tienen los políticos Europeos de hablar a destiempo y como dice una frase española, cada vez que hablan sube el pan, aunque en este caso sería la prima de riesgo. 

En definitiva, pasamos de empezar la semana con una prima de riesgo de 460 puntos a terminarla en 544 y todo debido a que se habla demasiado para no explicar nada y se anuncian medidas sin concretar nada. Es fundamental que se sepa cuanto antes en qué consiste el acuerdo del rescate, independientemente de lo que pase en Grecia, hay que sentarse para acordar una reestructuración integral de la Unión Europea, todos tenemos que tener la misma voz y el mismo voto, hay que decidir qué modelo queremos para Europa, cómo serán elegidos los representantes y qué poder tendrán, y lo más importante, ésto lo tenemos que elegir TODOS Y CADA UNO DE LOS EUROPEOS no los gobiernos ya que ha quedado claro tras esta crisis que los gobiernos de los países NO NOS REPRESENTAN y ya que van a decidir mi futuro en Europa quiero participar y decidir cuál debe ser el futuro de Europa.