lunes, 28 de mayo de 2012

Viejo continente, viejos problemas.

No sé a que espera el BCE  para comprar deuda española. La Unión se hunde, la moneda está a punto de desaparecer y la situación está ya que empieza a no tener marcha atrás. Hoy hemos visto en televisión a una Ángela Merkel que no sabía situar Berlín en un mapa ¿y confiamos en ella para que salve Europa?. El BCE está como un espectador mientras el mundo entero observa atónito la auténtica ineficacia de una Unión que cada día es más lenta para resolver problemas, o bien porque no saben o bien porque siguen contagiados de ese virus de la indiferencia que tanto mal ha hecho a Europa en el último siglo. 

Este modelo no funciona y seguir con él solo va a traer más pobreza y más desigualdades en una Europa que nos la vendieron del progreso porque la unión hacía la fuerza y lo único que ha traído ha sido más debilidad ante los mercados.

No nos engañemos, la culpa no es de los mercados, es de la propia Unión. España ha hecho todo lo que le pedían y lo único que ha conseguido por ceder nuestros derechos ha sido una palmadita en la espalda en vez del espaldarazo que necesitaba. Lo único que le queda por hacer a España, como ya hiciera David Cameron en su día, es la amenaza y recordarles a los burócratas europeos que España es "too big to fail" vamos, que como nos hundamos nosotros, Francia y Alemania se vienen detrás.

Todos saben que lo mejor sería que se comprara deuda española para así relajar la presión sobre la prima de riesgo pero el mismo tipo que falseó las cuentas de Grecia para que entrara en la Unión, no quiere hacerlo. A más largo plazo sería una buena opción los bonos europeos para acabar así con la especulación de la deuda soberana (esa que pagamos todos con nuestros impuestos) pero por lo visto a la señora que no sabe situar la capital de su país en un mapa, no le da la gana. 

Me da a mi que esta crisis va a tener efectos políticos más importantes de los que ahora podemos calcular, pero van a ser más grandes de los que muchos se esperan, empezando por las elecciones griegas en tres semanas.

Cambio de tendencia.

Esta semana se han cumplido 6 meses de la victoria del PP en los que hemos visto caras nuevas, reformas, elecciones autonómicas, una huelga general, manifestaciones y un sin fin de hechos que me hubiera gustado ver antes pero que han sucedido ahora. En realidad lo que esperaba eran las encuestas de intención de voto y, tras ver varias, la última de ellas confirma un cambio de tendencia en el voto. Este cambio de tendencia no es que se pierda voto del PP y se vaya al PSOE (más quisiera Rubalcaba), el cambio es que se está dejando de votar a los dos "grandes". 

En el caso del PP es lógico, el gran desgaste sufrido estos meses, la crispación social y los datos económico negativos, hacen que pierda votantes y aunque a priori parecería preocupante para esta formación, nada más lejos de la realidad ya que las elecciones que previsiblemente serán en noviembre en el País Vasco las encuestas le dan un crecimiento y le interesa estar como comodín, en Cataluña puede haber un adelanto electoral donde lo más probable es que CIU gane tras la experiencia en las generales y deba necesitar la ayuda del PP volviendo a ser pareja de hecho y en Galicia es este partido el que gobierna por lo que depende de él adelantar o no las elecciones. El resto son dentro de 3 años y aún quedaría medio año más para las generales.

El problema lo tiene el PSOE, no gobierna el país y pese a ello sigue teniendo un fuerte desgaste. Mi análisis de este hecho es que pese a intentar hacer creer al votante que es un partido socialdemócrata, sus políticas económicas de derechas lo delatan. El votante ya está cansado de ver como atiza a la Iglesia, a la Casa Real y a todo lo que huela a derecha cuando está en la oposición y cuando llega al poder tiene una perfecta convivencia con ellos, ver como habla de renovación y los que ostentan el poder son siempre los mismos, en resumen, ver como lo que dice en la oposición no tiene efectos prácticos cuando está en el Gobierno. Todo esto puede provocar una caída sin precedentes dentro de 3 años, aunque este tiempo en política es una eternidad. 

En definitiva, si bien el PP tiene una caída de 4 puntos, también es cierto que de él depende el Gobierno y si hubiera una recuperación económica (que todos deseamos pero que algunos lo vemos difícil), esta tendencia se revertería, pero en el caso del PSOE, por cada punto perdido el esfuerzo para recuperarlo será el doble.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Tanto monta, monta tanto.

Hoy en prensa se ha publicado que el 92% de los empresarios quieren un gran pacto PP-PSOE pero mi pregunta es ¿de qué serviría?. Las diferencias entre ambos son tan pequeñas que el pacto solo serviría para que se echaran una foto y poco más. Se confirmaría la falta de ideología y de capacidad de reacción de ambos partidos y seguramente estaríamos ante una situación política muy similar a la griega donde el votante ha detectado que los dos grandes son el mismo perro pero con distinto collar.

El único punto de disputa entre ambos es la enfermiza manía de recortes que tiene el PP y la falsa ilusión de que saldremos de esta con un aumento de gasto público que sostiene el PSOE. A la hora de la verdad ambos suben impuestos, bajan sueldos a funcionarios y privatizan empresas públicas, o sino miremos a Griñán en Andalucía.

Aún no he oído nada sobre la creación de una banca pública pero sí mucho sobre rescatar con dinero público la banca privada, aún no he oído nada sobre la bajada de las cotizaciones sociales pero sí mucho sobre subidas de impuestos, aún no he visto que se fuera a la calle ni un solo político pero el mes que viene veremos a miles de interinos en la cola del paro. 

Aún no he visto nada de eso ni en el PP ni en el PSOE por lo que ¿qué más me da si llegan a un acuerdo o no?, lo único  que vamos a ver es cómo pierden un tiempo que no se tiene hablando de cosas que a nadie importa, en definitiva, y haciendo honor al nombre del blog, no entiendo a los que aplauden a los suyos para después criticar al otro si ambos son lo mismo.

sábado, 12 de mayo de 2012

El defecto de la lentitud.

Hace unos meses escribí cuales eran las lineas de trabajo del Gobierno para solucionar la triple crisis que vivimos (económica, social y fiscal) y sus reformas. Pues bien, tras 6 meses en el poder, es decepcionante ver que la velocidad con las que se están adoptando las medidas deja mucho que desear. Las políticas de Rajoy pueden ser un fracaso por este problema y si bien el sistema de elaboración y aprobación de leyes español está obsoleto también es cierto que el que tiene el poder puede cambiarlo.

En primer lugar vemos como se demoran unos presupuestos hasta junio y que van a tener solo 6 meses de vida. La culpa aquí es compartida ya que si bien podían haber agilizado su tramitación, es un problema heredado ya que éste es el último regalo del Señor Zapatero que se propuso adelantar unas elecciones a la peor fecha posible disolviendo las cortes antes de la presentación presupuestaria y su posterior debate y de este modo durante casi 6 meses no hubo gobierno que presentara unos presupuestos.

En segundo lugar nos encontramos con unas reformas que pueden llegar tarde. Es cierto que Roma no se construyó en un día pero de las tres grandes reformas que necesitaba España (Financiera, administración y laboral) se ha empezado por la que perjudica a los más débiles y dejado para más tarde, por un lado la financiera, siendo aprobadas hasta el momento 2 reformas, hecho que me da a entender que el problema financiero español es más profundo de lo que a priori parecía y por otro lado y dejado para el final, la reforma de la administración y a mi me da que se va a quedar en un simple maquillaje en vez de la profundísima reforma que cabría esperar.

Es cierto que las prisas no son buenas consejeras pero en un mundo tan cambiante, con unas sociedad que tiene once millones y medio de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, un tejido empresarial notablemente deteriorado y sin confianza y una clase política que no se renueva (solo hay que ver quienes ostenta el poder en los dos grandes partidos), se le pide a los políticos algo más de rapidez y la falta de ésta puede provocar un estallido social sin precedentes (espero que esto no lo considere Interior como un llamamiento a la revuelta).

Los políticos no se percatan de que a los ciudadanos no les interesa si la deuda de los bancos se compra con bonos convertibles contingentes, de que si la culpa de la caída de Bankia la tiene Rato o el Gobernador del Banco de España, de cuantas enmiendas han sido presentadas y aprobadas en los presupuestos o de si la reforma financiera la apoya la oposición. Al ciudadano lo único que le interesa es poder alimentar a su familia, tener educación y sanidad en condiciones y que los políticos no nos traten como tontos (si hablaran más con el ciudadano se darían cuenta de muchas cosas) y esto es lo que va a hacer que los dos grandes partidos fracasen. 

El PP se escuda en su amplio poder estatal pero ese poder es prestado y ya han consumido un año en muchas comunidades y creo que no van a poder remontar los datos negativos en los próximos tres. Por otro lado está el PSOE que después de liarla tan gorda se queda a esperar en la oposición, con una casi nula participación parlamentaria pese a sus 110 diputados. En lo que va de año ha presentado solo 3 proposiciones de ley mientras que Izquierda Plural, con 11 diputados ha presentado 13, es decir que Rubalcaba está haciendo lo mismo que le criticaba a Rajoy, sentarse a la bartola a esperar ocupar de nuevo un sillón en la bancada azul.

Con todo esto, vemos a una población cada vez más descontenta y desesperada y si bien es intrigante ver que va a suceder, es cierto que como ciudadano no es de buen gusto ver lo que está pasando, hablar con los conciudadanos y escuchar los gravísimos problemas por los que atraviesan y pensar que no puedes hacer mucho por ayudar, tan solo acompañarle en sus penas y mostrar de vez en cuando la indignación en unas lineas.

lunes, 7 de mayo de 2012

¿Un aliado inesperado?

Sin entrar en el análisis de la derrota de Sarkozy y de la máquina de destruir presidentes que está siendo esta crisis, me gustaría comentar una de esas paradojas que se dan de vez en cuando en la política y es que el que parece ser tu contrario puede convertirse en tu aliado sin saberlo. Eso es lo que le puede suceder a Rajoy con Hollande.

La semana pasada y con gran asombro nos enteramos de que Ángela Merkel preparaba un plan de crecimiento algo particular para la Unión, debido a que por fin había entendido que con un aumento de la presión fiscal y recortando gastos del Estado no íbamos a salir de esta (pese a que hacía tiempo que se le estaba diciendo desde Estados Unidos y el FMI) y tras darse cuenta que su gran aliado francés estaba ya en la cuerda floja.

Hasta aquí nada nuevo, pero anoche, Hollande, hasta ahora conocido por muchos por ser el ex-marido de Ségolène Royal, al que nadie daba un duro por él hasta hace un mes (incluido yo mismo) y que llegó a ser el candidato "gracias" al escándalo de Dominique Strauss-Kahn de hace un año, se alzó con el poder gracias a un discurso antisistema suavizado en las últimas semanas tras darse cuenta de su más que probable victoria. Victoria con la que puede dar al traste con toda la estrategia alemana de control del déficit. Lo primero que hay que hacer para saber qué paso anoche es ver los datos económicos de una Francia con un gasto público por encima del 56% (la media de la OCDE es del 43% y el de España por ejemplo es el 41%), una deuda pública del 90% del PIB y un déficit del 5,2%, a lo que hay que añadir su decreciente competitividad, en definitiva, la situación económica de Francia no es la española pero no tiene mucho tiempo de reacción si no quiere verse en una situación como la nuestra. Lo segundo es el malestar social por las políticas que vienen de Europa, una tasa de paro creciente y un presidente algo ególatra.

Lo más que probable es que Hollande se siente a dialogar con una Merkel mucho más calmada y sabiendo que el año que viene su partido se juega mucho en las elecciones parlamentarias, sabiendo que las políticas de austeridad y aumento de presión fiscal no están siendo beneficiosas y que la inoperancia del BCE está llevando a Europa a un caos económico. Es por ello por lo que puede que Hollande le haga entrar en razón y comience a aplicar políticas de expansión económica y a relajar los compromisos de déficit. Si esto sucede y España cumple sus objetivos del 2012 estará ante una gran oportunidad de un crecimiento económico para el 2013 y curiosamente será Hollande el mejor aliado del gobierno español y haga que se puedan relajar las medidas adoptadas hasta ahora y por lo tanto mejorar la imagen de un Gobierno cada vez más odiado.

La política económica propuesta por Hollande (aumento de presión fiscal a las rentas más altas y expansión del gasto público) no va a sacar a Europa de la crisis, como mucho puede que hunda un poco más la economía de Francia, pero a España le puede sentar bien ya que con ese diálogo obligatorio entre Alemania y Francia pueden salir acuerdos muy beneficiosos para España como la relajación de los cumplimientos del déficit, políticas más expansivas o la utilización del fondo de rescate europeo para rescatar bancos y no solo países.

Curiosamente al que más puede perjudicar esta victoria (políticamente hablando) es a Rubalcaba. Tenía a un Gobierno inepto en comunicación entre las cuerdas, azontandole al más no poder pero la victoria socialdemócrata de ayer en Francia puede calmar mucho esos ánimos en la izquierda y lo que él piensa que hoy es una buena noticia, pueda volverse en su contra en el futuro, aunque eso sólo lo podrá confirmar o desmentir el tiempo y para las próximas generales me da a mi que queda mucho.