lunes, 16 de abril de 2012

A medio camino de no sé qué.

Nos encontramos en el ecuador de las medidas anunciadas por Rajoy y el panorama no puede ser más desolador:

.- El paro no cesa de aumentar mientras que los que tienen que sacarnos de esta (los titulados universitarios) están buscándose las habichuelas fuera de España.

.- La recesión parece que va a ser más dura de lo esperado, algo lógico al tener que contraer el gasto público en unos 4 puntos este año y se anuncian recortes adicionales de 10.000 millones en sanidad.

.-  La prima de riesgo sigue disparada llegando en las últimas horas a 440 puntos, algo insostenible  que acarrea el encarecimiento del precio de la deuda.

Todo esto tiene sus consecuencias, es decir:

.- Vamos a tener que retrasar el necesario crecimiento porque a nuestra querida Merkel (que ningún español la ha elegido ni como presidenta ni como ministra de economía) le sale de los ovarios que tengamos que reducir el déficit.

.- No se va a frenar la sangría de parados este año y ya veremos si el año que viene tampoco.

.-El descontento social crece por momentos. La sociedad está detectando que los políticos no sirven para nada.

En toda esta agitación económica, las encuestan dan al PP una pérdida de casi 8 puntos y vemos a un Gobierno donde el presidente huye por la puerta de atrás para no dar explicaciones y a los que se les paga para ello (Soraya y Montoro), no las dan para no desgastarse. Para finalizar vemos al ministro De Windows (como diría el ex presidente Revilla) haciendo un tour por Francia para hablar de las bondades de nuestra economía. 

Las cosas no van bien, entiendo que la herencia es la peor que podría tener y que ha tenido que asumir unas medidas que el Gobierno anterior no quiso asumir (prefiero pensar que no las asumió por cobardía en vez de por cuestión política) pero esta excusa va a durar poco tiempo. La economía española no tiene muchas perspectivas de crecimiento a corto y la presión fiscal es ya demasiado elevada, esto sumado a que los que provocaron la crisis siguen siendo los grandes beneficiados, es cuestión de tiempo ver revueltas a la griega, así que cuidado a la que se avecina como los datos no empiecen a ser favorables a partir de enero ya que si no es así la primavera árabe puede que sea una tarde de camping en comparación con lo que va a pasar aquí.

Por último quiero pedirle al señor ministro de interior Don Jorge Fernández Díaz, que no considere mis palabras como un llamamiento a la revuelta ya que ahora al parecer es delito.



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